Concepción didáctica de la Unidad Política Cubana como principio de la sostenibilidad socialista
Liusdanis Concepción Infante
Educación Superior, Cuba.
Doctor en Ciencias Pedagógicas. Universidad de Las Tunas.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0987-2425
E-mail: liusdanis@gmail.com
El presente artículo hace referencia a la unidad de la nación cubana y tiene como propósito ofrecer la concepción didáctica de la Unidad Política Cubana como principio de sostenibilidad socialista, para el cual fue utilizado el método Análisis y Crítica de Fuentes, apoyado en los procedimientos del pensamiento lógico: el análisis y la síntesis, la inducción-deducción, lo lógico y lo histórico y la modelación. La mencionada aspiración condujo a declarar los principales hitos relacionados con la Unidad Política Cubana, que devinieron en la fundación de las siguientes agrupaciones políticas y revolucionarias en el país: el Partido Revolucionario Cubano, el Primer Partido Comunista de Cuba, el Partido Socialista Popular, el Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario, las Organizaciones Revolucionarias Integradas, el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba y el Partido Comunista de Cuba. Se declaran los rasgos que tipifican al Partido Comunista de Cuba y su papel en torno a la unidad expresado en el texto Ideas, Conceptos y Directrices. Se hace referencia a las características del socialismo en el siglo XXI y a los principales desafíos que enfrenta la Revolución Cubana en la actualidad. Se fundamenta la concepción didáctica de la Unidad Política Cubana, a partir de la integración de tres ideas interrelacionadas entre sí y subordinadas a ella, la autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución Cubana, el protagonismo popular en la toma de decisiones y las influencias del contexto social y se explicitan las potencialidades y regularidades de esta.
Palabras claves: Unidad, Unidad Política Cubana, Revolución Cubana, partido, socialismo.
Didactic conception of Cuban Political Unity as a principle of socialist sustainability
ABSTRACT
This article refers to the unity of the Cuban nation and aims to offer the didactic conception of Cuban Political Unity as a principle of socialist sustainability, for which the Analysis and Criticism of Sources method was used, supported by the procedures of logical thinking: analysis and synthesis, induction-deduction, the logical and the historical, and modeling. The aforementioned aspiration led to the declaration of the main milestones related to Cuban Political Unity, which resulted in the founding of the following political and revolutionary groups in the country: the Cuban Revolutionary Party, the First Communist Party of Cuba, the Popular Socialist Party, the 26th of July Movement, the Revolutionary Directorate, the Integrated Revolutionary Organizations, the United Party of the Socialist Revolution of Cuba, and the Communist Party of Cuba. The features that typify the Cuban Communist Party and its role in relation to the unity expressed in the text Ideas, Concepts, and Guidelines are declared. Reference is made to the characteristics of socialism in the 21st century and to the main challenges facing the Cuban Revolution today. The didactic conception of Cuban Political Unity is based on the integration of three ideas that are interrelated and subordinate to it: the political-moral authority of the leaders of the Cuban Revolution, the popular role in decision-making and the influences of the social context, and the potentialities and regularities of this are explained.
Keywords: Unity, Cuban Political Unity, Cuban Revolution, party, socialism.
Concepção didática da Unidade Política Cubana como princípio de sustentabilidade socialista
RESUMO
Este artigo se refere à unidade da nação cubana e tem como objetivo oferecer a concepção didática da Unidade Política Cubana como princípio de sustentabilidade socialista, para o qual foi utilizado o método de Análise e Crítica de Fontes, apoiado nos procedimentos do pensamento lógico: análise e síntese, indução-dedução, o lógico e o histórico e modelagem. A aspiração mencionada levou à declaração dos principais marcos relacionados à Unidade Política Cubana, que resultaram na fundação dos seguintes grupos políticos e revolucionários no país: o Partido Revolucionário Cubano, o Primeiro Partido Comunista de Cuba, o Partido Socialista Popular, o Movimento 26 de Julho, a Diretoria Revolucionária, as Organizações Revolucionárias Integradas, o Partido Unido da Revolução Socialista de Cuba e o Partido Comunista de Cuba. São declaradas as características que caracterizam o Partido Comunista Cubano e seu papel em relação à unidade expressa no texto Ideias, Conceitos e Diretrizes. É feita referência às características do socialismo no século XXI e aos principais desafios que a Revolução Cubana enfrenta hoje. A concepção didática da Unidade Política Cubana é baseada na integração de três ideias que estão inter-relacionadas e subordinadas a ela: a autoridade político-moral dos líderes da Revolução Cubana, o papel popular na tomada de decisões e as influências do contexto social, e as potencialidades e regularidades disto são explicadas.
Palavras-chave: Unidade, Unidade Política Cubana, Revolução Cubana, partido, socialismo.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad es cada vez más común hacer referencia a cambios en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional, como es el caso de la mayor obra social cubana, su Revolución Socialista. Su estudio está concebido, tanto en la Educación General, como en la Educación Superior, con un carácter que transita desde elementos propedéuticos, hasta la especialización, por su puesto, en correspondencia con los momentos del desarrollo que psicológicamente están determinados.
Es bien sabido, que el centro del Socialismo es el ser humano y esto conlleva al aseguramiento de su formación patriótica, comunista y cognitiva, desde las primeras edades, en correspondencia con las particularidades del contexto social en que este se encuentra inmerso. Como generalidad, los cubanos conocen, en mayor o menor medida, las luchas que se llevaron a cabo en la nación, durante la Colonia y la Neocolonia, para alcanzar la soberanía nacional, la cual fue conquistada por el pueblo con Fidel Castro como Líder Indiscutible hace más de sesenta años, pero estas no terminaron ahí, porque el gobierno de los Estados Unidos, desde el propio año 1959, intentó reapoderarse de Cuba de diferentes maneras y para ello, desde el 3 de febrero 1962, estableció un bloqueo económico, comercial y financiero a la Isla, aún vigente, así como disímiles políticas injerencistas y subversivas, con un objetivo básico, destruir la obra de la Revolución Cubana.
En la medida es que transcurren los años, objetivamente, y por ley natural, va desapareciendo físicamente la generación que condujo al pueblo cubano a su triunfo definitivo a mediados del siglo pasado, por lo que no basta con conocer y repetir las gloriosas páginas de la historia nacional cubana y ser protagonistas activos de conmemoraciones históricas tales como: actos, marchas, desfiles, homenajes, peregrinaciones, mítines y conversatorios. Se impone conocer, cada vez más, en una mayor y mejor medida, por qué el pueblo cubano tuvo la capacidad de alcanzar su soberanía, preservarla hasta nuestros días y en la actualidad continúa proyectando su perfeccionamiento y desarrollo, para las nuevas generaciones de cubanos, pese a las ansias imperialistas de retomar el control sobre la Isla.
La respuesta a la interrogante anterior se sintetiza en el término unidad, qué lógicamente, en diferentes dimensiones ha estado presente a lo largo del proceso revolucionario cubano. Antes del inicio de la primera gesta independentista (Guerra de 1868, Guerra Grande o Guerra de los Diez Años) a través de corrientes ideológicas, siendo el Independentismo, la más progresista de ellas.
Durante el resto de la etapa Colonial mediante asambleas y constituciones, que le sirvieron de base a José Martí para fundar el 10 de abril de 1892 el Partido Revolucionario Cubano, cuyo principal propósito era ser libres e independientes, en este caso de España. Este fue disuelto por Tomás Estrada Palma el 23 de diciembre de 1898, por lo que las ideas de Martí se frustraron con la intervención norteamericana que fue oficializada el 1 de enero de 1899 y concluyó el 20 de mayo de 1902 con la proclamación de la República de Cuba y el traspaso de poderes al recién electo gobierno cubano, cuyo presidente fue Tomás Estrada Palma (Ecured, 2024a).
El 16 de agosto de 1925 Julio Antonio Mella y Carlos Baliño, junto a otros patriotas fundaron el Primer Partido Comunista de Cuba, organización heredera de los ideales de lucha del Partido Revolucionario Cubano creado por José Martí, que existió ilegalmente hasta 1935 (Sarmiento, 2023).
En la década de 1940 el Primer Partido Comunista de Cuba se convirtió en el Partido Socialista Popular (PSP), cuyo líder fue Blas Roca, el cual se caracterizó por ser un partido muy cercano a la clase obrera cubana y luchar por mejoras económicas y sociales para los trabajadores. Se acordó que fuera disuelto en 1961; luego del triunfo de la Revolución Cubana en 1959 (Ecured, 2024b), como paso previo a su integración en la nueva agrupación política en proyecto, la cual se denominó Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), sobre la que ahondaremos en síntesis más adelante (Ecured, 2024c).
El 12 de junio de 1955 fue creado el Movimiento 26 de Julio (M 26-7), liderado por Frank País García, con el objetivo de derrotar a la tiranía de Fulgencio Batista. A fines de 1956 el Movimiento estableció una base guerrillera en la Sierra Maestra que terminó venciendo a las tropas del mencionado dictador, el 31 de diciembre de 1958, para tomar el poder e instalar, junto con otras organizaciones, un gobierno presidido por Manuel Urrutia Lleó. Al igual que el PSP, se acordó su disolución para que formara parte de las ORI (Wikipedia, 2024a).
El 24 de febrero de 1956 se funda el Directorio Revolucionario (DR) liderado por José Antonio Echeverría, que surgió como organización clandestina que agrupaba a jóvenes estudiantes y trabajadores, con el propósito de desarrollar la lucha armada frente a la dictadura de Fulgencio Batista, el cual también fue disuelto con el propósito de que formara parte de las ORI (Wikipedia, 2024b).
Las ORI fueron creadas en junio de 1961 y contaron con una dirección colegiada, puesto que aglutinaron al PSP, al M 26-7 y al DR, su ideología nacionalista, antimperialista y socialista, constituyeron el primer intento de agrupar en un mismo frente las fuerzas políticas de la Revolución Cubana, pero las discrepancias internas de sus líderes conllevaron a un proceso de reorganización dirigido a formar un partido único revolucionario. Este proceso de rectificación culminó el 26 de marzo de 1962, dando paso a la creación del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) (Ecured, 2024d).
El PURSC, fundado en la fecha antes señalada, contó con una estructura nacional compuesta por seis miembros, cuyo Primer Secretario fue Fidel Castro y a diferencia de las ORI, dejó de ser abierto en lo que respectó a la incorporación de nuevos militantes, llevó a cabo procesos de depuración de la militancia, con el fin de crear un partido revolucionario único y corregir lo que se consideró como errores en la creación de la ORI (Ecured, 2024d).
El 3 de octubre de 1965 el PURSC se transformó en el Partido Comunista de Cuba (PCC) de ideología martiana, marxista y leninista, cuyo Primer Secretario fue Fidel Castro, sobre el que la Constitución de la República de Cuba, proclamada el 10 de abril de 2019, en su artículo 5 expresa: “El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado. Organiza y orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista. Trabaja por preservar y fortalecer la unidad patriótica de los cubanos y por desarrollar valores éticos, morales y cívicos” (Constitución de la República de Cuba; 2019, p. 2).
Hasta aquí hemos hecho un bosquejo, en síntesis, de los principales hitos relacionados con la Unidad Política Cubana a la largo del proceso revolucionario en la Isla, reflexiones que nos conducen a las siguientes interrogantes: ¿Qué entender por Unidad Política Cubana? y ¿Por qué las actuales y futuras generaciones deben materializar la Unidad Política Cubana, como principio de sostenibilidad socialista?
El propósito de esta investigación radica en determinar la solución de ambas interrogantes, lo que sin duda conlleva a definir la categoría Unidad Política Cubana, desde una concepción de principio de la Revolución Cubana y a aportar la vía en que esta debe ser materializada, de manera permanente, por parte de las actuales y futuras generaciones de cubanos.
DESARROLLO
Fundamentar la concepción didáctica de la Unidad Política Cubana como principio de sostenibilidad socialista, es necesario, en primer lugar, hacer referencia a la Revolución Cubana y a su único partido político y, en segundo lugar, a los desafíos que en el siglo XXI enfrenta la Unidad Política Cubana. A estos aspectos dedicaremos los siguientes epígrafes.
Epígrafe 1. La Revolución Cubana y su único partido político
Los cubanos se lanzaron a la lucha por su independencia el 10 de octubre de 1868, más de veinte mil patriotas cayeron en combate durante las gestas independentistas y decenas de miles corrieron la misma suerte en la primera mitad del siglo XIX, pese a las victorias alcanzadas durante 85 años de duro batallar por la soberanía nacional.
En 1953 el orden institucional había quedado interrumpido por el golpe de Estado que encabezó Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, se acrecentó el descontento popular a causa de las intervenciones directas e indirectas de Estados Unidos en Cuba y de la corrupción de dictadura de Batista, cuyo régimen enriquecía a una élite cada vez más pequeña, asociada a los casinos y a la venta de licor, así como a los intereses estadounidenses (Guyabas, 2024).
Los jóvenes cubanos, motivados por el centenario del natalicio de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, hechos que constituyeron duros reveses militares, que Fidel Castro logró convertir en victoria de las ideas. Estos jóvenes pasaron a la Historia de Cuba como la Generación del Centenario, una generación que supo continuar luchando por la independencia y para ello se reagruparon en México, desembarcaron en el yate Granma, formaron un Ejército Rebelde en las montañas del oriente cubano y en 1958 lograron extender la lucha a todo el país, contienda que alcanzó el triunfo definitivo el 1 de enero de 1959, dejando instaurado en Cuba un Gobierno Revolucionario, cuyo carácter socialista fue declarado por Fidel Castro el 16 de abril de 1961, durante su intervención en la honras fúnebres de los bombardeos orquestados por Estados Unidos en distintos puntos de la República de Cuba. Con el decursar de los años la Revolución Cubana se convirtió en uno de los eventos más importantes de la historia política de América Latina y en símbolo de la lucha antimperialista.
El 3 de octubre de 1965 quedó constituido el Comité Central del PCC, en un acto solemne en el que Fidel Castro leyó la carta de despedida de Ernesto Guevara (Che), quien fue uno de los inspiradores de la creación del Partido, como organización de vanguardia de la Revolución (Ecured, 2024e).
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que la Revolución no ha tenido etapas fáciles, puesto que el gobierno de los Estados Unidos siempre ha querido destruirla, pero las décadas fueron transcurriendo y la Revolución, lejos de fragmentarse se continuó consolidando entono al liderazgo de Fidel Castro y de su Generación Histórica, quien el 1 de mayo del 2000 expresó: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo (Presidencia y Gobierno de Cuba; 2024, p.1)
El PCC como fuerza dirigente superior de la Sociedad y del Estado, ha tenido, desde su fundación, el reto de preservar, perfeccionar y enriquecer las conquistas y principios de la Revolución Cubana, sustentados en los postulados del socialismo, bregar en el que ha sido decisivo su condición de único partido político de la nación, cuestión que según el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba (Minrex, 2021), se sintetiza en los siguientes aspectos:
· Garantiza la unidad de todos los cubanos que desean continuar construyendo una sociedad más democrática, inclusiva y justa.
· Empodera al pueblo cubano y es su principal recurso en la defensa de sus derechos frente a agendas subversivas sostenidas desde el exterior, en un mundo de excesiva vulnerabilidad y desafiliación social, donde cada quien está obligado a buscar soluciones biográficas ante crisis sistémicas.
· Asegura la tradición de lucha y la fortaleza moral en que se sustenta, como heredero del espíritu con que fue creado el Partido Revolucionario Cubano: partido para la lucha por nuestra independencia, antimperialista, defensor del más noble ideario antirracista y de justicia social.
· Es comunista, en un mundo en el que el capitalismo está en crisis y la derecha ataca con virulencia los derechos humanos, defendiendo sus intereses de clase.
· Es el partido del pueblo y para el pueblo; el de las bases, en cada centro de trabajo, en cada barrio; el del intelectual y el obrero; el que somete a debate público los conceptos en que se fundamenta nuestro proyecto de país, el que ha superado increíbles desafíos y ha asumido contradicciones, sin abandonar el camino de nuestra soberanía; el que ha dado muestras de una férrea voluntad de sacar adelante una nación bloqueada, el de la lucha inquebrantable contra el bloqueo, el primero en dar el paso al frente cada vez que el país lo necesita.
· Resiste, sin debilitarse, a todo tipo de violencias simbólicas dirigidas a atacar su legitimidad, a linchar a sus líderes, a ridiculizar o a estigmatizar sus fundamentos y manipular su historia.
· Es nuestro, no es un club de millonarios sin arraigo popular alguno, desentendido del destino de los humildes, no es la tapadera de los intereses de una potencia extranjera, no es un instrumento para ganar elecciones a base del clientelismo, la compra de votos y la manipulación mediática.
· No es perfecto, ni está bien idealizarlo, pero ha asumido sus propios errores con sentido autocrítico siempre que ha sido necesario. Fogueado al calor de un proceso social complejo, que no ha estado exento de contradicciones, tiene por delante los desafíos propios de esta época, que no son desestimables.
· Enfrenta la dominación de la cultura del consumo, la idealización del liberalismo, el avance del colonialismo cultural y la demonización del comunismo, que dejan un escenario muy difícil en materia de formación política e ideológica.
· Resiste ante el uso de las redes sociales digitales por parte de la contrarrevolución financiada desde Estados Unidos, como recurso para la fabricación y gestión de la opinión pública nacional sobre temas sensibles.
· Crece ante los retos, mira hacia adelante consciente de su compromiso con nuestro pueblo, nuestros mártires, nuestros héroes y nuestra historia; lidera cambios, aunque lo señalen por dogmático; se fundamenta en principios ideológicos claros y en un acervo encomiable de conocimientos científicos para apoyar cada jornada en que nuestra nación se levanta dando lo mejor de sí.
· Es nuestra garantía para soñar y trabajar por un país mejor para todos.
Los argumentos referidos han contribuido a la Unidad Política Cubana, y por ende, a la sostenibilidad del socialismo, motivo por el cual el accionar del Partido fue potenciado a partir de la aprobación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en su sexto congreso (2011), del que se derivó el acuerdo de realizar la su Primera Conferencia Nacional (2012). Estos temas fueron retomados en su séptimo congreso (2016), cónclave en el que los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución fueron actualizados.
En el 2021 se desarrolló el octavo congreso del PCC, en cuyas sesiones finales fueron aprobadas las Ideas, Conceptos y Directrices, que regirán el destino de la nación durante el presente quinquenio. En el mencionado texto, relacionado con el papel del PCC y la unidad, enfatiza en los siguientes aspectos:
· La autoridad moral del Partido único, garantiza y representa la unidad de la nación, que emana de la ejemplaridad en el cumplimiento del deber y de los postulados constitucionales, así como de elevadas cualidades éticas, políticas e ideológicas, en estrecho vínculo con las masas.
· La unidad de la inmensa mayoría de los cubanos en torno al Partido y la obra e ideales de la Revolución constituye nuestra arma estratégica fundamental.
· Defender la unidad, sin discriminar, sin dar espacio a prejuicios, dogmas o encasillamientos que dividen injustamente a las personas.
· La unidad en el Partido se forja en la ejemplaridad de la militancia, lo que exige de cada militante una actitud pública que, desde la capacidad, la entrega, los resultados, despierte admiración y respeto en un pueblo con aguda percepción que es capaz de reconocer a distancia el falso compromiso y la doble moral.
· La continuidad generacional es parte fundamental de esa unidad. Es preciso hablar y compartir realizaciones con los jóvenes y distinguirlos como gestores de las transformaciones en marcha.
· El PCC continuará en el reconocimiento y defensa de nuestras esencias: la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social: ¡el Socialismo!
· El socialismo es la respuesta a la necesidad de un mundo más justo, equitativo, equilibrado e inclusivo; es la posibilidad real de diseñar con inteligencia y sensibilidad un espacio donde caben todos y no solo los que tienen los recursos.
· Asegurar la participación creciente de los ciudadanos en las decisiones fundamentales, estimular el debate popular, propiciar encuentros periódicos con estudiantes y con jóvenes de diferentes profesiones y oficios y dar nueva vitalidad a la movilización popular.
· Sentir orgullo por integrar las filas del PCC y entender la militancia como un acto de consagración a los ideales que la organización defiende con pasión, con alegría, y con responsabilidad.
· Fortalecer la ejemplaridad de los militantes para que tengan una participación activa y proactiva en la defensa, el fortalecimiento del orden institucional y del Estado de Derecho Socialista.
· El militante debe caracterizarse por las elevadas cualidades éticas, políticas e ideológicas, su estrecho vínculo con las masas; una actitud pública que, desde la capacidad, la entrega y los resultados, despierte admiración y respeto en el pueblo; que el comportamiento en el trabajo, ante la sociedad, la familia y el círculo de amistades sea coherente con los valores que defendemos.
· Incorporar como pilares de nuestra labor la informatización de todos los procesos al interior de la organización, el apoyo en la ciencia y la innovación para el abordaje y la solución de los temas más complejos, así como el desarrollo creativo de la comunicación social.
· Fortalecer el papel del Partido con su participación, apoyo y control en las acciones de prevención y enfrentamiento a todos los fenómenos y manifestaciones que constituyan una amenaza para la seguridad nacional, incluyendo la corrupción, la droga, el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales, con la utilización más efectiva y sistemática de las vías y mecanismos propios.
Hasta aquí hemos hecho referencia a los aspectos esenciales de la Revolución Cubana y a su único partido político, como garantes de la soberanía nacional, que contribuye al perfeccionamiento continuo de las conquistas sociales alcanzadas, así como a la sostenibilidad de la unidad política de naturaleza socialista, para las presentes y futuras generaciones, por lo que a continuación, se impone explicitar cuáles son los principales desafíos que enfrenta la unidad en el siglo XXI cubano.
Epígrafe 2. Desafíos de la unidad política para la sostenibilidad socialista cubana
El socialismo del siglo XXI es un concepto ideado por A.V. Buzgalin en una publicación originalmente en ruso en 1996 y en español en el año 2000. Esta nueva concepción socialista está dirigida a: deslegitimar el capitalismo, su esencia deshumanizadora, desarrollar el pensamiento crítico, crear actores colectivos a escala global y local. fortalecer los movimientos sociales, revelar un nuevo sujeto histórico. No existe un único sujeto de la transformación socialista, centralidad ética, nueva actitud hacia el ser humano y el medio ambiente y emerge una noción de Socialismo eficiente, productivo, que potencia el papel de la participación de las comunidades, el rescate del elemento indígena y la unidad de los cristianos al proyecto.
Desde esta percepción la misión esencial del socialismo del siglo XXI refleja la necesidad de alcanzar la síntesis creadora de lo mejor y más progresista de las diferentes corrientes del pensamiento socialista, como instrumento para construir una nueva sociedad que sea capaz de lograr: igualdad, libertad, bienestar, formación de nuevos valores, como la solidaridad, la erradicación del individualismo, la codicia y el egoísmo, que garantice los derechos humanos fundamentales, como la educación, la salud, la cultura y la sana y suficiente alimentación del pueblo, puesto que la sociedad a continuar edificado no puede ser copia de ningún sistema deformado, sino creación heroica de valentía. Debe brotar de la mente y de la fuerza creadora del pueblo.
Estas ideas, contextualizadas a la Revolución Cubana, revela que su pensamiento estratégico, reside en la unidad, se pueden contextualizar como el conjunto de ideas y principios que orientan, organizan y regulan el proceso de construcción de un nuevo tipo de socialidad en el país, donde el fenómeno ideológico-espiritual asociado al cambio, se caracteriza por una dinámica de transformación en permanente enlace con la práctica social. En este ámbito es necesario agregar que Cuba apuesta por la unidad del pueblo para continuar fortaleciendo la relación entre la paz, la justicia y el desarrollo social, como vía para asegurar la sostenibilidad de su modelo socialista (Hernández y Almora, 2013).
Los argumentos anteriores nos conducen a delimitar los principales desafíos que debe continuar asumiendo la Revolución Cubana, en aras de continuar fortaleciendo la Unidad Política Nacional. Según Alonso (2018), ellos son:
Primero: Está intrínsecamente relacionado con la decisión de continuar la construcción socialista asumiendo los cambios que, en el siglo XXI, están dictando una compleja praxis social donde los avances científico tecnológicos; el papel de los medios de comunicación social; las redes sociales y de opinión en el Ciberespacio; la globalización hegemónica de las élites de poder rectorados por EEUU; nuevos estallidos de guerras locales, regionales y la política gendarme del Imperialismo; el fundamentalismo y el terrorismo; las sanciones económicas como método de coacción política, la concertación internacional de la derecha regional latinoamericana contra los procesos revolucionarios y progresistas mediante la satanización de sus líderes y la judicialización como vía para apartarlos de las masas y del poder político y, por último, la constante depredación intensiva de los recursos no renovables, que ponen en riesgo el equilibrio ecológico y la vida en la tierra, más allá de que por esa vía nos despojan de nuestras riquezas.
Segundo: Continuar fortaleciendo la inserción regional de Cuba mediante una política solidaria que la ha distinguido desde inicio de los años sesenta del siglo pasado, perfeccionar la resistencia histórica del pueblo cubano frente a las agresiones de Estados Unidos, donde el bloqueo económico tiene un papel descollante y el análisis constante del nuevo escenario estratégico creado a partir del recrudecimiento de la política de hostilidad imperial, que echan por tierra los intentos de normalización de las relaciones entre ambos países, propiciados por acuerdos suscritos al más alto nivel estatal.
Tercero: Elevar la eficiencia, productividad del trabajo, competitividad internacional y las inversiones extranjeras; alcanzar racionalidad y niveles de ahorro en la gestión, sustituir importaciones y aumentar exportaciones donde sea posible, diversificar producciones y/o servicios y sobre cumplir los planes; al tiempo que se redimensionan los OACE, los OSDE, las Uniones, las Empresas y los Grupos Empresariales, en cuanto a métodos de gestión; plantillas laborales, objeto social, planes de producción, salario, políticas de incentivo e inversiones.
Cuarto: Enfrentar, de forma proactiva, la compleja estratificación social actual; la movilidad migratoria interna; los cambios demográficos; la existencia de fenómenos y tendencias que niegan los valores socialistas y prestan mayor interés a las conductas egoístas, el culto desmedido al bienestar material y el rechazo de la propiedad social y las conductas colectivistas y solidarias.
Quinto: Revertir la tendencia creciente a la desmovilización social de algunos segmentos demográficos que se expresa en: apatía, la incredulidad, la falta de compromiso y de optimismo relacionado con los avances y beneficios, actuales y futuros, de la actualización del modelo económico y social de la Revolución Cubana. Ello supone trabajar más la información al pueblo, la interacción de los dirigentes con su base social y rescatar la importancia formadora y movilizativa del ejemplo personal.
Sexto: Ponderar la creciente importancia de los avances científicos y tecnológicos para el desarrollo del país; forjar la conciencia socialista en las complejas circunstancias actuales de carencias materiales, de disímiles aprehensiones críticas de la realidad cubana y de los cambios que en ellas tienen lugar.
Séptimo: Continuar el perfeccionamiento institucional, desarrollar un proceso de cambio constitucional que incluya todo lo nuevo que el modelo socialista va demandando de sí y su visión futura de un socialismo próspero y sostenible para Cuba, para alcanzar un ordenamiento laboral, financiero y distributivo, que permita entronizar el papel rector del principio de distribución socialista de acuerdo con los resultados del trabajo, el mérito y la entrega social responsable de todos los actores que intervienen en la economía cubana.
Octavo: Elevar el trabajo político e ideológico y el papel de los medios que intervienen en la educación socialista del pueblo: la escuela, el trabajo, los medios de comunicación, el trabajo de las organizaciones políticas, estudiantiles y de masas, en aras del fortalecimiento de la conciencia revolucionaria, el perfeccionamiento del sistema político, electoral y la preparación del relevo generacional de la Revolución. Para lograrlo hay que continuar la informatización de la sociedad, el acceso a Internet y el uso de las Redes Sociales Digitales, pues son escenarios cuya importancia estratégica en la batalla por las mentes y las conciencias de las masas va in crescendo.
Noveno: Desarrollar más acciones de control estatal y popular, de manera que fortalezcan la legalidad y las acciones contra el burocratismo; el uso racional de los recursos; que velen por el respeto a los derechos de los trabajadores y, sobre todo, de los consumidores y clientes de los centros de prestación de servicios; que se le den respuestas rápidas, honestas y objetivas a las reclamaciones de la población; que se empodere más a los representantes de las organizaciones de base; que la inclusión social de todos los segmentos de la población se convierta en una prioridad para todos los sujetos de la dirección social y política en cada comunidad municipio y provincia.
Estos desafíos mantienen su vigencia intacta en la actualidad (2024), lo que demanda de una nueva manera de concretar, con carácter permanente, la Unidad Política Cubana, de manera que asegure la sostenibilidad socialista del país. A este aspecto dedicaremos el tercer y último epígrafe de la presente investigación.
Epígrafe 3. Concepción didáctica de la Unidad Política Cubana como principio de la sostenibilidad socialista
Para la elaboración de la concepción didáctica de la Unidad Política Cubana, se tuvieron en cuenta las categorías que están estrechamente relacionadas a esta. A continuación, se refieren las definiciones que se asumen por parte del autor de esta investigación.
Se asume la categoría unidad como: “una propiedad esencial que define la indivisibilidad y la singularidad de un ser o entidad, preservando su integridad ante los cambios, que implica armonía y acuerdos entre partes, creando un todo coherente, especialmente en contextos sociales u organizacionales”. (Alegsa; 2024, p.1)
Esta definición, contextualizada a la unidad que ha defendido el pueblo cubano a lo largo de su historia, favorece la comprensión de su objetivo primordial, alcanzar la soberanía nacional, sin renunciar a los valores y principios que condujeron a la lucha por la independencia, bregar que requirió de armonía y acuerdos entre las fuerzas cubanas que protagonizaron el conflicto armado.
Tales consideraciones nos conducen a delimitar qué entender por la categoría política, la cual se asume de Espinola (2024) como:
El conjunto de decisiones, acciones y discusiones que tienen lugar en una sociedad, para organizarla. Así, implica pensar cómo funciona el gobierno, cómo se hacen las leyes, cómo se reparten los recursos disponibles y cómo se resuelven los problemas en la comunidad”. (p.1)
Esta definición revela que alcanzar la soberanía requiere de un proceso de organización de las acciones que se pretenden llevar a cabo, proceso que implica diálogos, debates, discusiones, y sobre esta base, la toma de las mejores decisiones surgidas al calor del debate, en aras de materializar con inmediatez, objetividad, eficiencia y eficacia, el objetivo general propuesto.
Ambas definiciones nos conducen a explicitar la categoría ser nacional. Al respecto se asumen la definición aportada por Hernández (2010), quien la contextualizó como:
Una comunidad establecida en un ámbito geográfico y económico, jurídicamente organizada en nación, unida por la misma lengua, un pasado común, instituciones históricas, creencias y tradiciones también comunes, conservadas en la memoria del pueblo y amuralladas, tales representaciones colectivas, en sus clases no ligadas al imperialismo, en una actitud de defensa ante los embates internos y externos, que se manifiesta como conciencia antimperialista y como voluntad de destino (p. 1).
La definición anterior revela la importancia que poseen las tradiciones culturales e históricas en la memoria del pueblo, las cuales sirven de base y punto de partida para la defensa de intereses locales y nacionales, en función del bien común, es decir, de la unidad del pueblo, la cual conduce o debe conducir a su soberanía y por ende al enaltecimiento de sus tradiciones patrióticas.
La triada de definiciones explicitadas nos pone en condiciones de hacer alusión a la categoría concepción didáctica. En esta dirección se asume la definición planteada por Rojas (2013), quien refirió que esta constituye:
Un sistema de ideas fundamentadas teóricamente que permiten explicar, representar y estructurar desde la perspectiva de esta ciencia, un objeto, proceso o fenómeno de la realidad; en ella están incluidas las experiencias acumuladas y se expresa en forma de razonamientos. (p.52)
Asumir esta definición implica la determinación de una idea principal, a la que se le subordinan ideas secundarias estrechamente relacionadas, de cuyos nexos emana la categoría Unidad Política Cubana, la cual está encaminada a comprender en una mayor y mejor medida, por qué la Revolución Cubana ha prevalecido durante más de sesenta años, pese a las agresiones de todo tipo que lleva a cabo el gobierno de los Estados Unidos con el propósito de destruirla, así como la decisión del pueblo de cubano, de salvaguardarla, perfeccionarla y enriquecerla para las actuales y futuras generaciones de cubanos.
Los elementos referidos conducen a la delimitación de las premisas de la concepción didáctica, ellas son:
· El enaltecimiento permanente de las tradiciones patrióticas cubanas, cuya defensa condujo a la soberanía nacional y al perfeccionamiento continuo de las conquistas sociales alcanzadas, como garantía de bienestar social.
· La preservación y el fortalecimiento de la unidad alcanzada por el pueblo cubano, como garantía de la sostenibilidad del sistema socialista.
· El aseguramiento de continuidad histórica de la Revolución Cubana, que en la praxis exige concretar la interconexión del ideario patriótico, revolucionario y comunista, con las particularidades del contexto social actual.
Las premisas declaradas, unidas a los argumentos expuestos anteriormente revelan la necesidad de elaborar una concepción didáctica de la Unidad Política Cubana, que contribuya, en primer lugar a que las actuales y futuras generaciones de cubanos comprendan, en una mayor y mejor medida, la importancia estratégica que tiene la unidad para la sostenibilidad y el desarrollo de la Revolución Cubana, en segundo lugar, para que cada generación de cubanos comprenda mejor su lugar en la historia y en la sociedad en que vive, la cual es producto de la utilización de experiencias nacionales para perfeccionar el presente y contribuir a proyectar el futuro de manera transformadora y en tercer lugar, como garantía de defensa nacional ante cualquier manifestación de destruir la obra de la Revolución, por parte de enemigos, tanto internos, como externos.
Estos argumentos demuestran, que no se trata de hacer referencia al concepto Unidad Política Cubana por la mera cuestión de que la Revolución Cubana y los principios socialistas que la tipifican, son importantes, sino con el propósito esencial de que se comprenda la viabilidad y factibilidad del sistema socialista para el bienestar social, en un mundo cada vez más injusto y excluyente, cuestiones que conllevan a declarar la mencionada concepción didáctica.
La concepción didáctica que se propone está compuesta por una idea principal, la Unidad Política Cubana, que se nutre de tres ideas subordinadas: la autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución Cubana, el protagonismo popular en la toma de decisiones y las influencias del contexto social, ideas que, al ser integradas, contribuyen a la comprensión de la necesidad y a la sostenibilidad del socialismo cubano.
La primera idea, autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución Cubana emana del protagonismo colectivo e individual en el cumplimiento de actividades de diferentes naturalezas, con estricto apego a disposiciones legales y a un correcto modo de actuación, tanto público, como privado, que favorece el reconocimiento del pueblo, conlleva a la asignación de responsabilidades con carácter ascendente-progresivo y demanda de sacrificios personales y familiares, en función de lograr resultados encaminados al beneficio del popular.
Esta idea enfatiza en las cualidades políticas y morales que tipifican a un dirigente de la Revolución Cubana, cuya formación inicia desde las primeras edades, al ser educado en valores identitarios y morales, acorde con los principios del socialismo cubano; sistema social que es heredero, y a la vez se sustenta en las tradiciones patrióticas y culturales de la nación.
En estrecha relación la relación con esta idea, se encuentra la segunda, el protagonismo popular en la toma de decisiones, cuya fuente nutricia principal es el vínculo de los dirigentes con la base, lo cual les permite, de primera mano, conocer sus inquietudes, preocupaciones, necesidades, intereses y motivaciones, así como iniciativas individuales, locales y regionales, que por el impacto de sus resultados ameritan un mayor grado de socialización, por lo que cuentan con las potencialidades necesarias para devenir, a partir de la participación consiente del pueblo, en proyectos, leyes, programas u otras disposiciones similares, que luego de contar con la aprobación popular, contribuyen a la sostenibilidad de la nación.
Los rasgos que caracteriza a la idea anterior revela la importancia del vínculo de los dirigentes con la base en la construcción permanente del socialismo, sistema del cuya sostenibilidad depende del grado de conciencia popular, puesto que su centro es el ser humano y reconoce las potencialidades que existen en el pueblo para proponer y fundamentar ideas, que al ser aprobadas impactan en la vida cotidiana de manera positiva y al mismo tiempo contribuyen al desarrollo de las diferentes esferas de la vida social del país.
Ambas ideas están estrechamente relacionadas con la tercera, las influencias del contexto social, puesto que los cubanos viven en una isla tercermundista, que desde hace más de medio siglo está bloqueada económica, comercial y financieramente por los Estados Unidos y no cuenta con recursos naturales en cantidades significativas de ningún tipo, cuyo pueblo ha logrado aferrarse a su cultura y a valores, unidos la voluntad de mantener y perfeccionar la soberanía y la justicia social alcanzada, apoyadas en la solidaridad y el internacionalismo, como claves que han convertido a la nación en símbolo imperecedero de soberanía, justicia, moral y dignidad.
Los argumentos declarados sobre las influencias del contexto social demuestran que el pilar esencial de la Revolución Cubana es la unidad, puesto que es el legado histórico generacional cubano, unido a la solidaridad y al internacionalismo, lo que ha hecho posible que la Revolución haya resistido las más disímiles y continuas agresiones por parte del imperialismo yanqui. De estos factores depende en gran medida la sostenibilidad del socialismo cubano, para las actuales y futuras generaciones.
Las referidas ideas nos permiten definir la categoría Unidad Política Cubana, la cual emana de la integración de la autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución Cubana, con el protagonismo popular en la toma de decisiones y las influencias del contexto social, tiene su base en las tradiciones patrióticas cubanas y se potencia con el liderazgo de las personalidades locales y nacionales en un contexto político, económico o social, que a su vez demanda del accionar de las masas populares, para salvaguardar, perfeccionar y enriquecer los principios socialistas alcanzados, en aras de asegurar la sostenibilidad de la Revolución Cubana, que se traduce en alcanzar grados superiores de satisfacción popular, a nivel individual y colectivo.
Esta nueva percepción sobre la unidad en Cuba revela las siguientes potencialidades:
· Potencia el vínculo de los dirigentes de la Revolución con la base.
· Connota las cualidades político-morales de los dirigentes de la Revolución, como base de su autoridad.
· Fomenta el conocimiento de los dirigentes locales y nacionales sobre las inquietudes, preocupaciones, necesidades, intereses y motivaciones, así como iniciativas individuales, locales y regionales, y por ende, a contribuir a su solución.
· Define a las tradiciones patrióticas como base de la unidad nacional.
· Enfatiza en la formación patriótica y comunista de las actuales y futuras generaciones, como esencia de la sostenibilidad de la Revolución Cubana.
· Propicia que el diseño e implementación de proyectos, leyes, programas u otras disposiciones similares, surjan como producto de la inteligencia colectiva.
· Enfatiza en que el legado histórico generacional cubano, unido a la solidaridad y al internacionalismo como factores decisivos de la sostenibilidad de la Revolución Cubana.
· Favorece la comprensión sobre el lugar que ocupan en la historia y en la sociedad, las actuales generaciones de cubanos.
· Fomenta el protagonismo popular en la toma de las principales decisiones de la nación.
· Connota las influencias del contexto social como pilar de la unidad nacional.
Luego de definir en qué consisten las ideas que conforman la concepción didáctica, la interrelación que existe entre ellas, los rasgos que caracterizan a la Unidad Política Cubana, así como las potencialidades de estas, debemos hacer referencia a sus regularidades, las que se sintetizan de la siguiente manera:
· La autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución Cubana y el vínculo permanente de estos con el pueblo, como base para la fundamentación de proyectos, leyes y programas encaminados beneficio social.
· La Unidad Política Cubana estructurada a partir de la autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución Cubana, del protagonismo popular en la toma de decisiones y de las influencias del contexto social, devienen en principio del sistema socialista.
· La formación patriótica y comunista de las actuales y futuras generaciones como garantía de la continuidad de la Revolución Cubana.
CONCLUSIONES
· La unidad sustentada en las tradiciones patrióticas cubanas, en el vínculo permanente del pueblo con sus líderes, así como en la solidaridad y el internacionalismo, garantiza la preservación y el fortalecimiento de la Revolución Socialista Cubana.
· La Unidad Política Cubana, argumentada a partir de la integración de la autoridad político-moral de los dirigentes de la Revolución, con el protagonismo popular en la toma de decisiones y las influencias del contexto social, deviene en principio de sostenibilidad del sistema socialista cubano.
· La formación patriótica, comunista y en valores de las actuales generaciones de cubanos, contribuye a su comprensión sobre su lugar en la historia y en la sociedad en que viven, así como a la defensa, perfeccionamiento y enriquecimiento de las conquistas sociales que tipifican al socialismo cubano.
REFERENCIAS
Alegsa, Leandro. (2024). Significado de unidad. Recuperado de https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/unidad.php#gsc.tab=0
Alonso, Alfonso. (2018). Retos y tareas para fortalecer la unidad. Recuperado de http://search.app?link=http%3A%2F%2Flapupilainsomne.jovenclub.cu.2F%3Fp%3D63819&utm_campaing=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Ecured. (2024a). Partido Revolucionario Cubano. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fwww.ecured.cu%2FPartido_Revolucionario_Cubano%23La_necesidad_del_Partido&utm_campaign=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Ecured. (2024b). Partido Socialista Popular. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fwww.ecured.cu%2FPartido_Socialista_Popular&utm_campaign=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Ecured. (2024c). Organizaciones Revolucionarias Integradas. Recuperado de https://www.ecured.cu/Organizaciones_Revolucionarias_Integradas
Ecured. (2024d). Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Recuperado de https://www.ecured.cu/Partido_Unido_de_la_Revoluci%C3%B3n_Socialista_de_Cuba
Ecured. (2024e). Partido Comunista de Cuba. Recuperado de https://www.ecured.cu/Partido_Comunista_de_Cuba
Espinola, Juan Pablo. (2024). Política. Enciclopedia Humanidades. Recuperado de https://humanidades.com/politica-2
Guyabas, Augusto. (2024). Revolución Cubana. Enciclopedia Humanidades. Recuperado de https://humanidades.com/revolución-cubana
Hernández, Juan José. (2010) ¿Qué es el ser nacional? Recuperado de Recuperado de https://wwwedicontinente.com.ar/tpl_libro_item_detail.php?id=ECO243Ç
Hernández, Yailín y Almora, Yosvany. (2013). La Revolución Cubana y el socialismo de siglo XXI. Recuperado de http://search.app?link=https%3A%2Fmendive.upr.edu.cu%2Findex.php%2FMendiveUPR%Farticle
%2Fdownload%2F655%2F654%2F1286&utm_campaing=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2 Fm2%2F4
Minrex. (2021). Nuestro Partido es único porque es el partido del pueblo y para el pueblo. Recuperado de http://cubaminrex.cu/es//node/4438
Partido Comunista de Cuba. (2011). Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución. Recuperado de https://search.app?link=http%3A%2F%2Fwww.cubadebate.cu%2Fnoticias%2F2011%2F05%2F09%2Fdescargue-en-cubadebate-los-lineamientos-de-la-politica-economica-y-social-pdf%2F&utmcampaing=aga& utm ource=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Partido Comunista de Cuba. (2012). Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba. La Habana: Política.
Partido Comunista de Cuba. (2016). Documentos del Séptimo Congreso del Partido aprobados por el III Pleno del Comité Central del PCC y respaldados por la Asamblea Nacional del Poder Popular. La Habana: Política.
Partido Comunista de Cuba. (2021). Ideas, Conceptos y Directrices. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fwww.pcc.cu%2Fideas-conceptos-y-directrices&utm_campaign =aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Presidencia y Gobierno de Cuba. (2024). Concepto de Revolución. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fwww.presidencia.gob.cu%2Fes%2Fnoticias%2Fconcepto-de-revolucion%2F&utm_campaign=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Constitución de la República de Cuba. (2019). Constitución de la República de Cuba. Recuperado de media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2019/01/Constitucion-Cuba-2019.pdf
Rojas, A. (2013). La evaluación en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia en la Educación Preuniversitaria. (Tesis de Doctorado). Las Tunas: Universidad de Ciencias Pedagógicas Pepito Tey.
Sarmiento, Raudelis. (2023). El Partido Comunista de Cuba: fruto genuino de la Revolución. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fwww.uci.cu%2Funiversidad%2Fnoticias%2Fel-partido-comunista-de-cuba-fruto-genuino-de-la-revolucion&utm_campaign=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2 Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Wikipedia. (2024a). Movimiento 26 de Julio. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fes.m.wikipedia.org%2Fwiki%2FMovimiento_26_de_Julio&utm_campaign=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4
Wikipedia. (2024b). Directorio Revolucionario 13 de Marzo. Recuperado de https://search.app?link=https%3A%2F%2Fes.m.wikipedia.org%2Fwiki%2FDirectorio_Revolucionario_13_de_marzo&utm_campaign=aga&utm_source=agsadl2%2Csh%2Fx%2Fgs%2Fm2%2F4