El Contenido, la Naturaleza y la Transnaturaleza de la cosa. Una perspectiva Experiencialista

 

José Gregorio Aguiar López

Investigador en Ciencias Sociales

ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-3111-103X

Fundación Instituto de Estudios Avanzados

IDEA. Caracas, Venezuela

aguiarlopez01@gmail.com

 

RESUMEN

El presente artículo explora la intrincada relación entre el contenido, entendido como la información y la experiencia que configuran nuestra realidad; la naturaleza, concebida como el sustrato fundamental y dinámico del mundo material independiente de la intervención humana; y la transnaturaleza, un dominio emergente donde los límites de lo natural se ven trascendidos o profundamente modificados por la tecnología y la conciencia. Adoptando una perspectiva experiencialista, se argumenta que la comprensión de estos tres conceptos no puede disociarse de la forma en que los seres humanos los perciben, interactúan y les otorgan significado a través de su experiencia encarnada y situada. Se analizará cómo nuestra experiencia de la naturaleza moldea nuestra comprensión del contenido y cómo, a su vez, las nuevas formas de conciencia que emergen en el ámbito de la transnaturaleza redefinen nuestra experiencia y concepción de ambos. Este enfoque busca ofrecer una visión holística que integre las dimensiones ontológicas, epistemológicas y experienciales en la exploración de estos conceptos fundamentales en un mundo en constante transformación.

Palabras Clave: La Cosa, El Contenido, La Naturaleza, La Transnaturaleza.

 

The Content, Nature, and Transnature of Things. An Experientialist Perspective

 

ABSTRACT

This article explores the intricate relationship between content, understood as the information and experience that shape our reality; nature, conceived as the fundamental and dynamic substrate of the material world independent of human intervention; and transnature, an emerging domain where the boundaries of the natural are transcended or profoundly modified by technology and consciousness. Adopting an experientialist perspective, it is argued that the understanding of these three concepts cannot be dissociated from the way human beings perceive, interact with, and give them meaning through their embodied and situated experience. It will analyze how our experience of nature shapes our understanding of content and how, in turn, the new forms of consciousness emerging in the field of transnature redefine our experience and conception of both. This approach seeks to offer a holistic view that integrates ontological, epistemological, and experiential dimensions in the exploration of these fundamental concepts in a constantly changing world.

Keywords: The Thing, Content, Nature, Transnature.

 

O Conteúdo, a Natureza e a Transnatureza das Coisas. Uma Perspectiva Experiencialista

RESUMO

Este artigo explora a intrincada relação entre conteúdo, entendido como a informação e a experiência que moldam nossa realidade; natureza, concebida como o substrato fundamental e dinâmico do mundo material, independente da intervenção humana; e transnatureza, um domínio emergente onde os limites do natural são transcendidos ou profundamente modificados pela tecnologia e pela consciência. Adotando uma perspectiva experiencialista, argumenta-se que a compreensão desses três conceitos não pode ser dissociada da maneira como os humanos os percebem, interagem e lhes atribuem significado por meio de sua experiência corporificada e situada. Analisa-se como nossa experiência da natureza molda nossa compreensão de conteúdo e como, por sua vez, as novas formas de consciência emergentes no campo da transnatureza redefinem nossa experiência e concepção de ambos. Essa abordagem busca oferecer uma visão holística que integre as dimensões ontológica, epistemológica e experiencial na exploração desses conceitos fundamentais em um mundo em constante mudança.

Palavras-chave: A Coisa, Conteúdo, Natureza, Transnatureza.

 

 

Introducción

Desde el afán y la pretensión, en el marco de la indagación humana, yace la incesante búsqueda por comprender el significado de la cosa. Este término, aparentemente simple, encierra una complejidad que desafía las fronteras de la definición convencional, invitándonos a explorar su esencia desde múltiples perspectivas. El presente artículo se adentra en el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza escurridiza de la cosa, desentrañando su significado y manifestación a través de un viaje que transita desde la precisión conceptual hasta la inmersión en su dimensión social y experiencial.

Nos proponemos ir más allá de la mera descripción, explorando la cosa como un fenómeno dinámico y transdisciplinar. En primer lugar, se abordará su definición, reconociendo la dificultad inherente de capturar su totalidad en un único constructo. Seguidamente se realizará una aproximación en relación con el tejido social que la manifiesta, examinando cómo la cosa es moldeada y a su vez, moldea las interacciones humanas, sus normas y valores.

Este abordaje parte de un andamiaje que no se detiene en los límites de lo observable. Se propicia una aventura en el terreno de su trinidad dimensional y en un ejercicio socioconstruccionista, experiencialista y hermenéutico, pertinente, necesario y permanente para interpretarlas, develando sus transformaciones.

Finalmente, se reconoce la comprensión de la cosa concluyendo que no puede lograrse únicamente a través de la objetividad distante, sino que se requiere de una inmersión en las experiencias vividas, en las narrativas y en las emociones que le rodean. Al abrazar el experiencialismo, se devela el sonido de las voces de los participantes y sus vidas vividas, las cuales resuenan en el corazón de la presente investigación.

El presente artículo, por lo tanto, es una invitación permanente a explorar la cosa desde una perspectiva holística, reconociendo su complejidad y su capacidad para transformarse y transformarnos. Al adoptar un enfoque experiencialista, esperamos abrir nuevas vías de comprensión y generar un diálogo enriquecedor sobre este concepto fundamental, a la vez que deja abierta las posibilidades de realizar otras investigaciones que consideren pertinente el presente abordaje.

 

Objetivos

Objetivo General

            Construir nuevos epistemes en relación con el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza de la cosa, desde una perspectiva socioconstruccionista, experiencialista y hermenéutica, a los fines de proporcionarle más y mejores alcances para su entera comprensión y aprehensión.

 

Objetivos Específicos

            Develar los nuevos epistemes que emergen en relación con el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza de la cosa, desde una perspectiva experiencialista, en el entendido de poder construir las entrevistas cualitativas conversacionales a las cuales se accedió durante la presente investigación.

            Entronizar los epistemes emergentes en relación con el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza de la cosa, desde una perspectiva experiencialista, a partir de los relatos de los actores sociales a los cuales se accedió.

            Socializar los nuevos epistemes emergentes, en relación con el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza de la cosa, desde una perspectiva experiencialista, a partir de los relatos de los actores sociales.

 

Metodología

El paradigma cualitativo es ideal para explorar la cosa, ya que se centra en la subjetividad, la intersubjetividad, la interpretación y el contexto. Métodos como la fenomenología (estudio de la experiencia vivida) y la hermenéutica (interpretación de significados) permiten abordar al contenido, la naturaleza y transnaturaleza de la cosa desde una perspectiva profunda, contextualizada y trascendente.

 

La presente investigación parte del paradigma cualitativo, el cual se presenta como un entretejido que hace converger los saberes de los actores sociales, a los cuales se ha accedido, en un marco de relaciones intersubjetivas o los encuentros conversacionales interpretaciones de sus realidades sociales y reflexiones permanentes (Aguiar, 2016, p. 28).

En este sentido se tiene que:

El abordaje cualitativo forma parte de la larga tradición de las ciencias sociales, ... algunas investigaciones sociales ... han insistido en la importancia de la interacción social, de la actividad con sentido y creativa de los actores, y en las múltiples dimensiones de la subjetividad ((Mallimaci y Giménez, 2006, p. 178 y 179).

 

En consecuencia, el paradigma cualitativo es considerado por Sandín (como se citó en Mallimaci y Giménez, 2006, p. 166), como aquel que centra su atención en las relaciones y roles que desempeñan las personas en su contexto de actuación, es por ello que el investigador, en un ejercicio hermenéutico permanente, interpreta las maneras y las formas con la que todos los actores sociales se relacionan entre sí. Por otra parte, Márquez (2009), otorga importancia a lo esencialmente humano. Frase propia de Márquez, la cual representa la columna vertebral del presente estudio.

A su vez, el método aplicado ha sido el biográfico narrativo emerge como una estrategia para la apropiación de los significados y sentidos que el actor social da a la vida que vive en medio de su cotidianidad y a través de las transfiguraciones que da a las historias narradas. Si leemos a Ferrarotti (2006), podríamos encontrar una sutil invitación a conocer, interpretar y adentrarse a las sociedades, a partir del individuo mismo y a través de su relato de vida, el cual le denomina “un universo singular” (p. 177). Adicionalmente a ello, no sólo el actor social cuenta su vida tal si fuera una historia, también en ella hay un sentido significativo donde su relación con otros se vive desde una forma narrativa. (Gergen, 2007).

El enfoque epistemológico a utilizar en la presente investigación es el socioconstruccionista. Según Márquez (2004), este enfoque parte de: “la idea de que existe una verdad objetiva en la realidad social esperando ser descubierta por el investigador” (p. 8): esto deriva en que su significado emerge y es develado a partir de la vida y sus relaciones intersubjetivas, donde participan los actores sociales y el investigador.

Adicionalmente, la presente investigación se apoya en el experiencialismo y la hermenéutica, a los fines de dar más y mejores alcances a los abordajes propios que guardan relación con el temario.

Durante este proceso se estableció una entrevista cualitativa conversacional con el Dr. Miguel Chajín Flórez[1] con el cual se realizó un periplo que abarcó, tanto a la cosa, como al contenido,  la naturaleza y la transnaturaleza de aquella.

Por su parte, la corriente ha sido la fenomenológica social, entendiéndose ésta como: “las realidades cuya naturaleza y estructura peculiar sólo pueden ser captadas desde el marco de referencia interno del sujeto que las vive y experimenta” (Martínez, 2009, p. 167).

Martínez (2009), afirma que la fenomenología es el estudio de los fenómenos tal como son experimentados, vividos y percibidos por el actor social. En consecuencia, se complementa su definición, al decir que “el énfasis primario de la fenomenología está puesto en el fenómeno mismo, es decir, en lo que se presenta y revela a la propia conciencia y del modo como lo hace (…)” (p. 168).

Mientras que el diseño se fundamente en la entrevista cualitativa conversacional, la cual, según Márquez (2009), plantea que esta estrategia investigativa considera los siguientes pasos: a) transcribir las conversaciones en cualquier procesador de textos; b) leer varias veces los relatos; c) depurar y editar los relatos; d) identificar las  expresiones de sentido; e) definir las unidades temáticas; f) construir categorías y subcategorías; g) construir los temas de investigación; h) complementar las categorías a través del agotamiento o saturación de las informaciones recibidas por parte de la fuente; i) realizar una triangulación, y j) presentar el informe final (p. 12). En este sentido, el diseño de la presente investigación se caracteriza por: la flexibilidad en y con los actores sociales a los cuales se ha accedido, en la contextualización, partiendo de un mundo real en donde no existen construcciones espaciales que propicien resultados esperados, tiene carácter memorístico, puesto que las acciones humanas, las vivencias y el hecho memorístico de los actores sociales fundamentan la investigación a la vez que el hecho reflexivo del investigador lo complementa. La investigación también es interpretativa y comprensiva, puesto que los que hablan se apropian del proceso donde emergen los nuevos conocimientos, a su vez, la interpretación resulta ser el eje transversal del proceso investigativo y va de la mano de los actores sociales participantes.

 

El experiencialismo como enfoque epistemológico para la investigación cualitativa

El experiencialismo se erige como un enfoque epistemológico fundamental, desde donde se sostiene que el conocimiento se deriva principalmente de la experiencia sensorial y la interacción con el mundo. Este enfoque ha sido históricamente influyente y ha dado lugar a diversas corrientes filosóficas, como el empirismo y el pragmatismo.

Por una parte, el empirismo es la corriente que enfatiza el papel central de la experiencia en la adquisición del conocimiento. Los empiristas argumentan que todo nuestro conocimiento proviene en última instancia de la experiencia sensorial. Filósofos destacados como John Locke, George Berkeley y David Hume fueron defensores prominentes del empirismo. Mientras que por otra parte, el pragmatismo es otra corriente filosófica que destaca la importancia de la experiencia en el conocimiento. Los pragmatistas sostienen que el significado y la verdad de nuestras ideas se derivan de sus consecuencias prácticas y de cómo funcionan en nuestra experiencia. Charles Sanders Peirce, William James y John Dewey son figuras clave en el desarrollo del pragmatismo.

El conocimiento a posteriori viene asociado con la experiencia como enfoque epistemológico. Este tipo de conocimiento se basa en la experiencia y solo puede justificarse después de haber tenido la experiencia relevante. Por ejemplo, saber que el agua hierve a 100 grados centígrados", es un conocimiento a posteriori que se basa en la experiencia de observar y medir el punto de ebullición del agua.

A pesar de su importancia, el enfoque experiencialista, como enfoque epistemológico, no está exento de críticas. Algunos pensadores y filósofos argumentan que no todo el conocimiento se deriva de la experiencia y que existen formas de conocimiento innato o a priori. Otros señalan que la experiencia puede ser subjetiva y variar entre individuos, lo que plantea preguntas sobre la objetividad del conocimiento.          

El enfoque de la experiencia como epistemología tiene implicaciones significativas en diversos campos, como la ciencia, la educación y la agricultura. En las ciencias, la experiencia y la observación empírica son fundamentales para la investigación y la validación de teorías. El método científico se basa en la recopilación de datos a través de la experiencia y la experimentación.

Mientras que en la educación, el enfoque experiencial promueve el aprendizaje a través de la práctica y la interacción con el mundo. Se valora la experiencia directa y la reflexión sobre ella como herramientas para la construcción del conocimiento. Y finalmente, la psicología, es el estudio de la experiencia subjetiva y la conciencia es central. Los psicólogos investigan cómo las personas perciben, sienten y piensan, cómo la experiencia influye en su comportamiento y desarrollo.

La experiencia como enfoque epistemológico para la investigación cualitativa, nos invita a reflexionar sobre cómo adquirimos conocimiento y cómo nuestras interacciones con el mundo moldean nuestra comprensión de la realidad. El experiencialismo como enfoque epistemológico en la investigación cualitativa, se centra en comprender y valorar la experiencia humana como fuente de conocimiento y significado. En lugar de buscar una verdad objetiva y universal, el experiencialismo se enfoca en cómo las personas construyen y dan sentido a sus propias experiencias en contextos específicos.

Luego decimos que el experiencialismo reconoce que la experiencia no es simplemente un conjunto de momentos objetivados, sino que está teñida de significados, emociones, subjetividad e intersubjetividad. Se busca, entonces, comprender cómo las personas interpretan y dan sentido a sus vivencias, cómo las experiencias pasadas influyen en el presente y cómo se proyectan hacia el futuro.

En la investigación cualitativa y desde una perspectiva experiencialista, se valora la subjetividad e intersubjetividad y se reconoce que en cada persona hay una fuente única para experimentar al mundo. Se busca comprender, en consecuencia, cómo las personas construyen significados a partir de sus experiencias y cómo estos significados influyen en sus acciones y decisiones.

Una de las principales características del experiencialismo, es que en él se destaca la importancia del contexto en el que se desarrolla la experiencia. En un proceso hermenéutico, se propicia la interpretación de las relaciones sociales, culturales e históricas que influyen en la forma en que las personas experimentan y dan sentido al mundo.

Es así como en la investigación cualitativa experiencialista, se  utilizan métodos que permiten a los investigadores acceder a la riqueza y complejidad de la experiencia humana, empleando entrevistas cualitativas conversacionales, propias del socioconstruccionismo y el método biográfico narrativo, entre otros métodos afines, que permitan a los actores sociales a compartir sus experiencias y perspectivas de manera detallada.

El experiencialismo nos invita a develar la riqueza y complejidad de la experiencia humana como fuente de conocimiento y significado permanente. Al centrarnos en cómo las personas experimentan y dan sentido al mundo, podemos obtener una comprensión más profunda de la realidad social y humana.

 

En torno a la cosa: aproximación a su definición

La cosa es un concepto que ha sido abordado desde múltiples disciplinas, desde la filosofía hasta las ciencias sociales. Sin embargo, su contenido (lo ordinario), su naturaleza (lo filosófico) y su transnaturaleza (aquello que ve más allá de su materialidad: su significado simbólico) requieren un enfoque que integre tanto la construcción social como la experiencia individual.

En primer lugar, Los filósofos e investigadores, Kédrov y Spirkin (1968), hacen referencia a las posturas asumidas por el individuo, clasificándolas así:

 

En la postura ordinaria, el hombre se habitúa a las cosas que encuentra, mostrando una sola preocupación: la de especificar los modos y aspectos a fin de orientar y acomodar la realidad inmediata. Mientras que en la postura filosófica, el hombre no acepta las cosas como son por el mero hecho de que existan; más bien se extraña y asombra de todo lo espontáneamente conocido, hasta el punto de convertir la realidad en problema. Es su reflexión y crítica lo que adopta en la interpretación que ofrece (p. 7).

 

Luego, en segundo lugar, Kenneth Gergen (2007), desde el construccionismo social, nos invita a pensar en la cosa no como un ente aislado, sino como un producto de las relaciones y el lenguaje. Y Por último, José Gregorio Aguiar López (2021), desde el enfoque epistemológico experiencialista, nos propone que la cosa solo adquiere significado a través de la experiencia humana, trascendiendo su mera materialidad (propiedades y características), atribuyéndole una dimensión inmaterial (su ser) y su transmaterialidad (su significado y su esencia en la vida relacional).

La cosa es un fenómeno relacional: porque es reconocida por el otro o lo otro, de lo contrario, no existiría. En consecuencia, su contenido se erige a partir de lo que le atribuye quien le considera. Luego, su naturaleza comienza a develar sus cualidades, y por último, su transnaturaleza emerge, no por su materialidad, sino en cómo es interpretada y utilizada por las personas, su significado en otredad.

La cosa pasa por sus propiedades intrínsecas, sus atributos, cualidades o elementos que le componen. Luego trasciende en sus características esenciales, su forma física, lo que es. Posteriormente, pasa a convertirse en algo que alude, en lo que es más allá de lo aparente. Es un significado, un símbolo dentro de un sistema de significados compartidos.

El conocimiento surge de la experiencia directa con el mundo. Para él, la cosa no puede ser comprendida solo a través de su descripción objetiva, sino que debe ser experimentada. La experiencia es el puente entre el sujeto y el objeto, y es a través de ella que la cosa adquiere significado.

Sin embargo, Aguiar (2021, p. 134), hace referencia a la observación común y la observación novedosa, desde donde realiza una vinculación de lo manifestado por Maslow (1948, p. 433), en relación con la psicología humanista, cuando expresó:

 

(…) esta disciplina es algo transitorio, la antesala a una psicología superior más elevada, transpersonal, transhumana, centrada en otros aspectos y no en las necesidades e intereses de la humanidad, situada más allá de lo humano: Señaló: “Necesitamos algo más grande que nosotros, algo por lo que sintamos reverencia y con lo que podamos comprometernos en un sentido nuevo, quizás como hizo John Dewey” (Como se citó en Leonard, 1983, p. 483).

 

            Más adelante refiere Aguiar (2021, p. 135):

 

La plurisensorialidad en la percepción hace referencia a la imagen dialéctica, es decir, su aproximación va de la mano por lo expresado por Hans – Georg Gadamer (2007): “El sujeto del juego no son los jugadores, sino que a través de ellos el juego simplemente accede a su manifestación” (Como se citó en Fernández, 2013, p. vii).

 

            Para culminar con la siguiente afirmación:

 

En el presente texto hice referencia al término: transobservación, como un estado elevado de la percepción y quiero referir este ejemplo, a los fines de dejar más clara su definición, la cual posee directa relación con la plurisensorialidad en la percepción (Aguiar, 2021, p. 136).

 

La plurisensorialidad en la percepción, indefectiblemente, tiene que ver con el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza de la cosa. Por lo tanto es pertinente la entrevista realizada a Aguiar (2021) donde expresó lo siguiente:

 

En una ocasión tuve una herida en la espalda producto de una caída aparatosa y obviamente, el dolor me advirtió de su existencia, más no podía ver con objetividad la magnitud de esa herida. Intenté colocar un espejo para acceder a ella y no fue posible, utilicé dos y el resultado fue el mismo. Mis ojos, o más bien, mi visión no alcanzó a ver cuán grande o profunda era esa herida, no obstante, lo que sentía en mi piel hacía un dibujo de lo que la herida era, fue una forma de concebirla en otra dimensión que no era por el sentido de la vista, luego de varios días, sentí que ya la herida no existía y al venir la enfermera a revisarme dijo que la herida ya había sanado. (p. 136).

 

            De esta manera se devela el tránsito que pudiera realizar la cosa, desde su contenido, pasando por su naturaleza y convergiendo en su transnaturaleza, pero hay que tener presente que no es la cosa quien transita, es el individuo quien descubre sus distintas realidades que en ella son intrínsecas, el individuo las constituye en su subjetividad.

 

En torno a la cosa: perspectiva desde lo social

El concepto de la cosa ha sido objeto de debate y análisis en diversas disciplinas e incluso, enfoques epistemológicos. A menudo, se utiliza para referirse a un objeto o fenómeno que, aunque exista, se resiste a una definición precisa o a una comprensión total. En este sentido, la cosa puede ser vista como una construcción social, es decir, como un producto de las interacciones humanas, las normas culturales y los significados compartidos que le dan forma y sentido. Así lo precisa Chajín (2025): “Lo que vemos en el universo es una condición sistémica (…) Lo que encontramos es diversidad de sistemas que interactúan unos con otros”. (Chajín, M., comunicación personal, del 2 de marzo del 2025).

La perspectiva de la construcción social nos invita a cuestionar la idea de que la cosa es un objeto independiente y objetivo que existe más allá de nuestra percepción y comprensión. En cambio, nos propone que la cosa es una realidad que se construye y se moldea a través de nuestras interacciones sociales y culturales.

Esta construcción social de la cosa se lleva a cabo a través de diversos procesos, como el lenguaje que utilizamos para referirnos a ella, se moldea a nuestra percepción y comprensión. Las palabras y las categorías que utilizamos para describirla influyen en cómo la entendemos y la experimentamos. Así mismo, las normas sociales y culturales establecen los límites de lo que se considera aceptable o comprensible en relación con la cosa misma. Estas normas pueden influir en cómo la percibimos, la valoramos y nos relacionamos con ella. En cuanto a las experiencias compartidas, partimos de que en torno a la cosa, ya sean individuales o colectivas, contribuyen a su construcción social. Estas experiencias pueden generar sentimientos, emociones y significados compartidos que dan forma a nuestra comprensión en torno a la cosa. Por último, las implicaciones de la cosa como construcción social, tienen importantes implicaciones: en primer lugar, nos invita a reconocer que nuestra percepción y comprensión de la cosa no son objetivas ni neutrales, sino que están influenciadas por nuestros contextos sociales y culturales. Mientras que, en segundo lugar, nos permite cuestionar las verdades dadas por sentadas sobre la cosa y explorar diferentes perspectivas y significados. Al reconocer que la cosa es una construcción social, podemos abrirnos a nuevas interpretaciones y posibilidades.

Finalmente, entender la cosa como una construcción social nos responsabiliza en la forma en que hablamos y nos relacionamos con ella. Al ser conscientes de que nuestras palabras y acciones contribuyen a su construcción, podemos elegir un enfoque más reflexivo y crítico.

La cosa puede ser concebida de diversas maneras, desde lo diáfano, la cosa puede ser entendida como un objeto independiente y autónomo que existe más allá de nuestra percepción y comprensión. Cuando entra en relación con el otro o con lo otro, la cosa puede ser vista como una fusión entre diferentes elementos o entidades, que se definen y se influyen mutuamente. Desde la perspectiva de su proceso, la cosa puede ser considerada como un proceso dinámico y en constante transformación, que se desarrolla y se modifica a lo largo del tiempo.

La cosa como construcción social es un concepto complejo y multidisciplinario que nos invita a cuestionar nuestras ideas preconcebidas y a explorar nuevas formas de entender y relacionarnos con el mundo que nos rodea. Al reconocer que la cosa no es un objeto estático y objetivo, sino una realidad dinámica y en constante construcción, en las que podemos abrirnos a nuevas posibilidades y perspectivas.

 

El Contenido, la Naturaleza y la Transnaturaleza de la cosa

El contenido de la cosa se refiere a aquello que la constituye, a su esencia o sustancia. A menudo, la cosa se presenta como un vacío, un agujero o un enigma que nos invita a llenarlo con nuestras propias proyecciones y significados. Sin embargo, más allá de este vacío aparente, la cosa puede contener una multiplicidad de elementos y significados que se entrelazan y se superponen.

El Contenido de la cosa puede ser intrínsecamente diverso, desde su perspectiva material. Podemos converger en que la cosa derivaría en estar compuesta por objetos, sustancias o elementos tangibles que se perciben a través de nuestros sentidos. Desde lo simbólico, la cosa puede representar ideas, conceptos o valores que trascienden su materialidad y adquieren un significado cultural o social. En cuanto a lo que el pensamiento refiere, la cosa puede estar asociada a experiencias, emociones o traumas que se encuentran en nuestro inconsciente y que influyen en nuestra percepción y comprensión de la realidad.

Ahora, si nos ubicamos en el aquí y en el ahora, podemos decir que “El orden obedece a la naturaleza. Es por ello que nunca el caos genera orden”. Más adelante señala que: “El universo no podría ser entendido a partir del desorden, así, los paradigmas lo que hacen es tratar de entender el orden”. (Chajín, M., comunicación personal, del 2 de marzo del 2025).

La naturaleza de la cosa se refiere a su modo de ser, a sus características y propiedades esenciales. Es importante reconocer que nuestra comprensión de la naturaleza está suscrita por nuestra propia experiencia y marcos conceptuales. A lo largo de la historia, diversas culturas han interpretado y valorado la naturaleza de maneras distintas, desde la veneración como fuente de vida hasta la concepción como un recurso a ser explotado. La ciencia moderna, con su enfoque empírico y metodológico, busca comprender los mecanismos subyacentes de la naturaleza de manera objetiva, aunque siempre dentro de los límites de nuestro conocimiento actual. Sin embargo, Chajín (2025) señala: “La naturaleza está primera. La naturaleza aparece allí. El hombre viene después”. (Chajín, M., comunicación personal, del 2 de marzo del 2025).

En este tránsito, convergemos en la transnaturaleza de la cosa, la cual se refiere a aquello que va más allá de su naturaleza o esencia, a sus potencialidades y posibilidades de transformación. La cosa puede trascender sus límites y adquirir nuevos significados y funciones en diferentes contextos y situaciones.

La Transnaturaleza de la cosa puede manifestarse de diversas formas, desde la perspectiva de su creatividad, la cosa puede ser utilizada como materia prima para la creación artística, la innovación tecnológica o la transformación social. En cuanto a su resignificación, la cosa puede ser reinterpretada y resignificada en diferentes contextos culturales o históricos, adquiriendo nuevos sentidos y valores. Es por ello que acertadamente Chajín (2025) afirma: “La fe es transnatural”. (Chajín, M., comunicación personal, del 2 de marzo del 2025). Mientras que la experiencia sensorial (de cómo los sentidos perciben las realidades) se ciñe a lo natural. Así, el ateísmo (ante la ausencia de evidencias) obedece al contenido.

Luego, a partir de su trascendencia, la cosa puede ser asociada a experiencias místicas o espirituales que nos conectan con dimensiones de la realidad que trascienden lo material, lo inmaterial y lo transmaterial.

Finalmente, el contenido, la naturaleza y la transnaturaleza de la cosa son conceptos complejos y transdisciplinares que nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos. La Cosa se presenta como un enigma que nos desafía a cuestionar nuestras categorías de pensamiento y a explorar nuevas formas de entender la realidad.

Al comprender la sencillez, lo cotidiano, la complejidad y la riqueza de la cosa, podemos abrirnos a nuevas posibilidades de interpretación y de acción, enriqueciendo nuestra experiencia y nuestra comprensión del mundo que nos rodea.

 

Reflexiones

A lo largo de este artículo, se ha emprendido un viaje exploratorio a través del complejo y transdisciplinar contenido, naturaleza y transnaturaleza de la cosa. Se ha reconocido que su definición trasciende las fronteras de la mera descripción, exigiendo una inmersión en sus dimensiones sociales, experienciales y trascendentales.

A la vez, se ha evidenciado y develado que la cosa no es un ente estático, sino un fenómeno dinámico, moldeado por las interacciones humanas y las estructuras sociales, desde su perspectiva subjetiva e intersubjetiva. Su contenido, su naturaleza y su transnaturaleza invitan a cuestionar las fronteras de lo observable y a explorar los territorios de lo oculto y lo transformativo.

El experiencialismo, como enfoque epistemológico para la investigación cualitativa, ha permitido acercar al investigador a la cosa misma, desde una perspectiva holística, reconociendo la validez de las experiencias vividas y las narrativas subjetivas e intersubjetivas. Al tejer, destejer y entretejer la voz de los actores sociales, se ha podido trascender de aquella antigua la dicotomía: sujeto – objeto en la investigación, permitiendo que la riqueza de sus expresiones de sentido y mucho más allá, sus experiencias resuenen en el corazón de la presente investigación.

Hermosamente he dejado esta afirmación venida de Chajín (2025), la cual dice: “El orden no es explicado a partir del azar. Debe haber un ordenador: Dios (...) Agregando luego: La manera de explicar el orden obedece a la existencia de Dios (...) Y concluye diciendo: El orden no puede ser explicado, sino a partir de la existencia de Dios”. (Chajín, M., comunicación personal, del 2 de marzo del 2025).

Sin embargo, este abordaje no ha culminado en certeza absoluta, sino en la apertura de nuevas interrogantes: ¿Cómo influyen las transformaciones sociales y tecnológicas en la transnaturaleza de la cosa? ¿De qué manera podemos integrar el experiencialismo con otros enfoques epistemológicos para enriquecer nuestra comprensión de la cosa? ¿Qué papel juega la ética en la investigación de la cosa, especialmente en sus dimensiones ocultas y transformativas?

Estas preguntas, entre muchas otras, son una invitación a continuar explorando la cosa desde múltiples perspectivas, a partir de la perspectiva múltiple, reconociendo su complejidad y su capacidad para transformarse y transformarnos permanentemente. Al develar la incertidumbre y la apertura al diálogo, se puede avanzar en la construcción de un conocimiento más profundo y enriquecedor sobre este concepto fundamental, donde muy probablemente esta referencia de Chajín (2025) nos aproxime a su respuesta: “Así no tengamos la evidencia empírica, precisamente esa ausencia de evidencia, es la evidencia misma[2]”. (Chajín, M., comunicación personal, del 2 de marzo del 2025).

 

Referencias

Aguiar, J. (2016). La tradición culinaria venezolana, una mirada desde la alta cocina. Tesis de doctorado no publicada. Universidad Latinoamericana y del Caribe. Caracas, Venezuela.

Aguiar, J. (2021). “Plurisensorialidad en la investigación social. Más allá de la observación.”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (Vol. 10, Nº 3, marzo 2021, p. 119 – 139). En línea: https://www.eumed.net/es/revistas/caribena/marzo-21/plurisensorialidad-investigacion-social 

Fernández, E. (2013). La Transformación del Aura Benjaminiana. Un encuentro con la Imagen. Universidad Autónoma de Querétaro.

Ferrarotti, F. (2006). Storia e storie di vita, Laterza, Roma – Bari. Italia.

Gergen, K. (2007). Construccionismo Social. Aportes para el Debate y la Práctica. Uniandes Ceso. Departamento de Psicología. Universidad de los Andes. Colombia.

Kédrov, M. B, y Spirkin, A. (1968). La Ciencia. Editorial Grijalbo. México.

Leonard, G. (1983). Abraham Maslow y la Psicología Transpersonal. Esquiere. USA.

Mallimaci, F. y Giménez, V. (2006). Historias de Vida y Métodos Biográficos en Estrategias de Investigación Cualitativa. España.

Márquez, E. (2004). Lo Esencialmente Humano en la Pertinencia Social de la Formación y Enseñanza en la Investigación Educativa. UPEL.

Márquez, E. (2009). La Perspectiva Epistemológica Cualitativa en la formación de Docentes en investigación educativa. Revista de investigación N° 66.

Martínez, M. (2009). Comportamiento Humano. Editorial Trillas. México.



[1] Empresario social, consultor, investigador y docente. Doctor en Ciencias Económicas y Administrativas; Postdoctor en Didáctica de la Investigación Científica; Magister en Proyecto de Desarrollo Social, Especialista en Pedagogía para el Desarrollo del Aprendizaje Autónomo, Sociólogo. Diplomados en Gestión de conocimiento, tutoría virtual, calidad de la educación, seguridad alimentaria y pobreza rural. Coautor de una decena de libros y artículos científicos; par evaluador del CYTED y CLADEA; a través de COLCIENCIAS ha servido de par a más de diez instituciones, en las áreas de Negocios y Management - Educación General (Incluye Capacitación, Pedagogía) -Temas Especiales (Estudios de Género, Temas Sociales, Estudios de la Familia, Trabajo Social) - Psicología (Incluye Discapacidades Físicas y Mentales) - Sociología – Filosofía. Líder del grupo de investigación Potencialidades de Desarrollo, reconocido por COLCIENCIAS. Conferencista y ponente en más de una decena de eventos internacionales. Ha sido por 20 años docente en pre-grados y postgrados en varias universidades de Colombia. Gestor de organizaciones. Presidente fundador de Consultores del Talento Humano.

[2] Haciendo referencia a su señalamiento: El orden no puede ser explicado, sino a partir de la existencia de Dios.